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La trampa de la Productividad y la Competitividad

Estamos cansados de escuchar a los funcionarios de Macri diciendo que para poder ser competitivos y “atraer las inversiones”, los empresarios necesitan aumentar la productividad.

Para ellos (las patronales) esto significa producir con menores costos, aumentando sus ganancias. Para nosotros, esto es sinónimo de más explotación y mayor flexibilización laboral.

Porque los empresarios logran hacerse “competitivos” aumentando los ritmos de trabajo, reduciendo los salarios y las inversiones en las condiciones de seguridad e higiene laboral, exprimiéndonos aún más a cada laburante llevando a los trabajadores a la pobreza y la miseria.

La desocupación y el “miedo a perder la fuente de trabajo” son parte del mismo plan. Porque funciona como un mecanismo de extorsión para que bajemos la cabeza y aceptemos lo que venga para poder mantener a nuestras familias. Por eso primero vienen atacando el empleo, para luego avanzar en las condiciones de trabajo.

La Mesa de Diálogo para la Producción y el Trabajo, donde va a sentarse la CGT no tiene otra finalidad que entregar conquistas históricas que costaron años de lucha y sangre obrera a cambio de algunas migajas.

“Tenemos que bajar el costo del empleo”

Con esta frase, el Ministro de Producción, Francisco Cabrera, dejó claro frente a los empresarios que los escuchaban en el “Council of Americas”, que el Gobierno está de su lado.

El problema según los empresarios y el Gobierno es que los sueldos en Argentina están muy altos, y hay que bajar los costos laborales, para poder ser más competitivos en el mercado. Por ello, para un trabajador, la productividad y competitividad no es otra cosa que más desocupación y rebaja salarial.

Más accidentes, lesiones y muertes de trabajadores

Un ejemplo claro de esto lo vimos con David Ramallo, el mecánico de la línea 60 que murió hace un par de semanas aplastado por un colectivo porque la empresa no hizo las inversiones necesarias en las herramientas de trabajo y la seguridad de los trabajadores. Y como denunciamos en nuestros artículos, el Gobierno y sus entidades de control permitieron que esto suceda.

La tendinitis, las mutilaciones, las lesiones y las muertes se multiplican en las fábricas y talleres, producto del aumento de los ritmos de trabajo y el deterioro de las condiciones laborales.

Frente a esto, el Gobierno, busca modificar a pedido de las patronales la ley de ART para limitar nuestra capacidad de hacer juicios a las empresas. Es decir, agravar aún más nuestra desprotección y situación laboral.

En defensa del empleo, el salario y las condiciones de trabajo

Para Macri los trabajadores todavía no estamos los suficientemente empobrecidos, domesticados y reducidos a meros animales de carga como quieren estos millonarios para ser más “competitivos y productivos”. Por eso vienen por más, contra lo que queda en los convenios de trabajo agitando el fantasma de la desocupación. Para ello, cuentan con la inestimable colaboración de los dirigentes sindicales vendidos, que se hacen eco de estas amenazas y actúan como gerentes de recursos humanos, persiguiendo a los luchadores en vez de defender nuestros intereses.

No nos podemos dejar engañar. La defensa del puesto de trabajo, el poder adquisitivo del salario y las condiciones laborales son parte de una misma lucha. Para que la crisis no la paguen los trabajadores, no bajemos ninguna bandera. Ningún diálogo ni cláusula de productividad. Unamos a los trabajadores contra este plan económico al servicio de los bancos y las multinacionales.