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Los orígenes del Día Internacional de la Mujer

El surgimiento de la fecha está ligado al movimiento socialista y a la actuación militante de las mujeres.

El Día Internacional de la Mujer es conmemorado alrededor del mundo, en general con campañas de las empresas y de los gobiernos, agradeciendo por los “grandes servicios” prestados por las mujeres, como cuidar de los hijos, cuidar de la casa, y aún dar cuenta de trabajar afuera y estar siempre bonita y de buen humor.

En esta fecha en general son conmemorados los supuestos avances alcanzados por la mujer en la actualidad, como la integración al mercado de trabajo, la participación en la política, etc.

Pero lo que en general es poco dicho, es que la celebración del día 8 de marzo tiene un origen bien diferente de la connotación que ganó en los últimos años.

¿Cómo y por qué el Día Internacional de la Mujer comenzó a ser organizado?

Desde finales del siglo XIX, el movimiento socialista, teniendo a la revolucionaria Clara Zetkin al frente, intentaba involucrar a las mujeres trabajadoras en la política, espacio hasta ese entonces hegemonizado por los hombres. De allí surgió la lucha por la liberación de la mujer.

También ganaba fuerza mundialmente la lucha de las mujeres por el derecho al voto, principalmente en los EEUU y en Europa. Esta lucha fue entonces incorporada en la pauta de las mujeres socialistas, y el 28 de febrero de 1909 las americanas realizaron el primer día de la mujer, con grandes manifestaciones en varias ciudades, para reivindicar el voto femenino, organizadas por el partido socialista.

En 1910 se realizó en Dinamarca la II Conferencia Internacional de las Mujeres Trabajadoras, organizada por la II Internacional, en donde Clara Zetkin propuso que las trabajadoras de todo el mundo siguiesen el ejemplo de las americanas y conmemorasen el día de la mujer unificado bajo el eslogan “El voto para las mujeres va a unificar nuestras fuerzas en la lucha por el socialismo”.

Inicialmente, la propuesta era que el día de la mujer fuese realizado el 19 de marzo, por la importancia histórica de la fecha para el proletariado alemán. Fue en ese día, en 1848, que el rey de Prusia cedió frente al riesgo de un levante revolucionario, y entre las promesas que hizo estaba el voto femenino, que después no mantuvo.

El primer día internacional de la mujer, el 19 de marzo de 1911, reunió en toda Europa a cerca de un millón de personas. A partir de 1913, la fecha fue transferida para el 8 de marzo. Siguió siendo realizado en diferentes países, en diferentes fechas. En Estados Unidos la tradición era conmemorarlo el último día de febrero.

Hasta que en 1917 –día 23 de febrero en Rusia, 8 de marzo en el resto del mundo–, en medio de la miseria provocada por la guerra, las mujeres de Petrogrado hicieron una gran manifestación. Algunas eran trabajadoras, otras mujeres de soldados, y las principales consignas eran: “Pan para nuestros hijos” y “Traigan a nuestros maridos de vuelta de las trincheras”. Ese día estalló la huelga de las costureras y tejedoras de Petrogrado, aun sin el consentimiento del comité de tejedores de Rayón [distrito de la ciudad].

Y ese día estalló la revolución, que después fue conocida como Revolución de Febrero. Trotsky, en la Historia de la Revolución Rusa dice que en las vísperas nadie podría imaginar que aquel día de la mujer inauguraría la revolución.

Y por eso, en 1921, la Conferencia de Mujeres Comunistas de la recién fundada III Internacional, realizada en Moscú, fijó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer.

Las mujeres rusas conquistaron más derechos en el inicio del siglo XX que las mujeres de muchos países capitalistas hasta la actualidad. Fue conquistado, entre otras cosas, el derecho a votar y ser votada para los cargos públicos.

Las primeras medidas para las mujeres fue la abolición de las leyes que las ponían en situación inferior a los hombres y la liberación de las mujeres del trabajo doméstico, con creación de guarderías, lavanderías y restaurantes públicos. Así,ellas pudieron tener un amplio acceso a la educación y al trabajo.

La polémica sobre el origen del 8 de marzo

Después de los años ’30, con la guerra y la burocratización de los Estados obreros en el Este europeo, la tradición de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer fue perdiéndose. A finales de los años ’60 e inicios de los ’70, el movimiento feminista buscó retomar la conmemoración de este día.

Fueron hechas algunas investigaciones que llevaron a una supuesta huelga en una fábrica textil, en 1857, en Nueva York, durante la cual los patrones habrían atrancado las puertas de la fábrica y prendido fuego, con las obreras adentro. Incluso, se dice que el tejido que estaban tiñiendo era lila o violeta, y por eso este sería el color adoptado por el movimiento de mujeres.

Hay algunas autoras que apuntan la posibilidad de que este episodio no haya ocurrido, como los estudios de la canadiense Renée Côté, de Eva A. Blay, o de Liliane Kandel.

Ellas afirman que probablemente esta huelga nunca haya ocurrido, y esta versión de la historia haya sido creada a partir de una confusión con otras dos huelgas en EEUU, en 1910 y 1911, una que duró muchos meses, y la otra en la que ocurrió un incendio accidental debido a las pésimas condiciones de trabajo y en el que 146 obreras murieron carbonizadas, pues las puertas de la fábrica estaban cerradas para que ellas no se dispersasen durante el horario de almuerzo. Las que no murieron quemadas, murieron en la caída al saltar del octavo piso del edificio en llamas.

Esta confusión acabó perpetuándose en el movimiento y dura hasta hoy. Quedó aún más consolidada cuando en 1975 la ONU declaró el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, y en 1977 la Unesco declaró el 8 de marzo como homenaje a las obreras muertas en 1857.

Día Internacional de la Mujer Trabajadora

Es importante rescatar la historia del día internacional de la mujer, que poco tiene que ver con la connotación que tomó hoy. Este surge como un día mundialmente unificado de lucha por la igualdad de derechos, por la emancipación de la mujer y, en los últimos años, ha servido para la que la burguesía reafirme el papel inferior de la mujer en la sociedad, exaltando la doble jornada y la dictadura de la belleza.

El día también perdió su carácter clasista, de lucha contra el capitalismo, rumbo al socialismo. Actualmente, los principales movimientos son en colaboración de clases con la burguesía y para enaltecer las políticas públicas insuficientes de los gobiernos.

¡Vamos a rescatar el carácter de lucha y socialista del día 8 de marzo!