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Los trabajadores en la calle, los gobernadores con el BID

Este último día de la Memoria por la Verdad y la Justicia en Mendoza nos movilizamos junto a las organizaciones de DD.HH., gremios y partidos políticos en una multitudinaria marcha hacia Casa de Gobierno. El eje de nuestras reivindicaciones estuvo en exigir el cese de persecución a Sebas y a todos los luchadores, en contra de las prisiones domiciliarias a los genocidas, en contra del gatillo fácil, entre otras. Pero particularmente, contra la asamblea de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) que, inoportunamente y casi como una provocación, se realizó el mismo día.

La inauguración de la asamblea del BID

El presidente del BID, Luis Alberto Moreno apuntó en su discurso a que la formación en nuestras instituciones educativas debe prepararnos para insertarnos en el mercado mundial y dotarnos de la flexibilidad necesaria para ser competitivos, ya que advirtió que tal vez no haya trabajo para todos, ni certeza de que los salarios sean dignos (Nos instan a sacarnos los ojos entre nosotros por los puestos de trabajo). Señaló que hay que «dejar de ser el granero del mundo para ser el supermercado del mundo«, y que hay que producir más y con mayor calidad. También que el comercio digital, las criptomonedas, la impresión 3D, entre otras nuevas tecnologías, dejan a la luz que estamos ante una nueva revolución (esta vez es tecnológica). Con lo cual, la variable de ajuste, los que sufrimos el impacto somos los trabajadores.

 Por su parte, el presidente de la nación Mauricio Macri, en su discurso (al que ya le conocemos el verso) agregó al comienzo una brevísima mención al día de la Memoria, al que utilizó para hacer demagogia queriendo unificar al pueblo con la memoria colectiva y cínicamente decir «no queremos más la violencia y el terrorismo de Estado», cuando es lo primero que hace su gobierno con sus políticas de ajuste y represión.

Los laureles de Cornejo

El gobernador de la provincia se llevó el reconocimiento por la labor en el despliegue de seguridad del evento. Por lo visto su gestión dejó muy contentos a los japoneses, quienes acordaron dejar para educación 700.000 dólares que no hay que devolver, a lo que desde el BID llamaron “regalito” (Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía). Tan satisfecho quedaron los asambleístas que decidieron realizar la asamblea de Ministros de Finanzas del BID también en nuestra provincia.

Lo que nos queda a los trabajadores.

Estas inversiones y toma de deuda no son sino para explotarnos más y someternos a sus intereses. Exigimos: no al pago de la deuda externa, impuestos progresivos a las multinacionales, distribución de las horas de trabajo y salarios dignos. La única manera de lograr esto es con la fuerza, la unidad y organización de los trabajadores, con un plan de lucha exigiendo a la CGT un Paro General ya.