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Macri en guerra contra los trabajadores

Vacío, tramposo y alejado de la realidad. Así podemos definir al discurso que dio el Presidente frente a la Asamblea Legislativa. Usando algunas palabras bonitas, Macri intenta hacernos creer en un futuro mejor, en el que todo estará solucionado. La pregunta es: ¿para quiénes?
Los únicos beneficiados por el plan de Gobierno hasta ahora han sido los grandes empresarios, que siguen lucrando a dos manos. El ejemplo del trigo, citado por el Presidente, es bastante gráfico al respecto: las patronales agrarias sacan ganancias millonarias de la exportación sin retenciones, mientras el pan está a 50 pesos el kilo en la mesa de los trabajadores.
El ejemplo del Presidente de “crecimiento” aplicado a la productividad es el acuerdo firmado para modificar el convenio de los petroleros de Vaca Muerta, que venimos denunciando hace varios números en Avanzada Socialista. Un acuerdo firmado a la medida de las empresas petroleras, que precariza a los trabajadores para aumentar la ganancia patronal.

Crecen los ataques a los trabajadores

En nuestros barrios se siente una realidad muy diferente a la del discurso en el Congreso. Los tarifazos anunciados en el transporte, el gas y la luz se suman a los del año pasado. El salario se nos achica cada vez más a los trabajadores, pero el Presidente nos insiste en que la inflación este año estará entre el 12% y el 17% para que no pidamos “más de la cuenta”. Se multiplican los despidos y suspensiones, intentan cerrar fábricas como Atanor o AGR y encima quieren rediscutir nuestros convenios para exprimirnos más jugo a menor precio.
En una muestra de hipocresía, Macri defendió su Plan Nacional de Erradicación de la Violencia Contra la Mujer. Este ya cuenta con un presupuesto miserable, y cuando todavía no comenzó a aplicarse… ¡se le recortaron 67 millones! La vida de las mujeres trabajadoras no entra en los cálculos del Gobierno. Después de llenarse la boca con la transparencia de sus estadísticas, Macri erró en la cifra de los femicidios en Argentina: En lo que va del 2017 ya se registra una mujer asesinada cada 18 horas, pero para Macri, esto ocurre cada 36 horas.
Otro punto en el que insistió fue en la reforma del régimen penal para los menores. Además de seguir culpando a nuestros pibes de la miseria y la pobreza que causa su propio plan, esta vez intentó disfrazarlo como una medida para cuidar a los docentes. Pero la careta se le cae sola, cuando, mientras daba su discurso, la policía reprimía en las afueras del congreso una movilización docente. También pidió al Congreso que avance con la creación del Instituto Nacional de Evaluación Docente, para continuar con el vaciamiento de la educación pública y el ataque a las condiciones laborales de los trabajadores de la educación.

No caigamos en la trampa

Este discurso del Presidente fue diferente al del año anterior. La “reconciliación”, el “fin de la grieta”, fueron reemplazados con un discurso de diferenciación tajante de la oposición kirchnerista. Denunciando el relato y la corrupción de la década K, Macri da inicio a su campaña electoral de este año, colocando de nuevo la pesada herencia y las promesas de cambio.
Mientras tanto, los diputados kirchneristas hacían lo suyo, levantando sus cartelitos en denuncia a las medidas del Gobierno. Quienes ayer levantaban los carteles, cuando Cristina daba los discursos, aplaudían con euforia las palabras de Macri y viceversa. Mientras tanto, los trabajadores estamos resistiendo al plan de ajuste.
Que no nos engañen. El circo del Congreso no sirve para solucionar los problemas de los laburantes. Tampoco esperar a las elecciones es una opción. Al plan de Macri tenemos que ponerle freno ahora, y sólo podemos hacerlo con la movilización de los trabajadores. Tenemos una oportunidad, que es este 6, 7 y 8 de marzo, no podemos desperdiciarla. No puede esperar un segundo más.