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Marx más vivo que nunca

El 5 de Mayo se cumplen 200 años del nacimiento del gran revolucionario Karl Marx. Frente a las montañas de libros, políticos, profesores, intelectuales y curanderos de todo tipo que anunciaron la muerte del socialismo y el triunfo del capitalismo, Marx sigue más vivo que nunca, y los trabajadores de todo el mundo no podemos hacerle mejor homenaje a 200 años de su nacimiento, que seguir peleando en las calles contra todos los explotadores, opresores y gobiernos capitalistas, hasta tirar abajo este sistema y poner en pie el socialismo en todo el mundo.

 Muchos nos reivindicamos Marxistas, pero ¿quién fue Marx? y ¿qué es el marxismo?

Sería demasiado pretencioso querer abarcar todo lo que fue Marx en esta breve nota. Pero Marx fue antes que nada un revolucionario, nacido y criado en medio de un mundo donde se terminaban de apagar las luces revolucionarias de la burguesía y la clase obrera empezaba a crecer con fuerza. Marx dedicó su vida a pelear por la trasformación de la sociedad, para terminar con el capitalismo y superarlo por el socialismo, y para poder hacer eso, como científico que fue, estudió hasta la última molécula de la economía y la sociedad capitalista, y escribió su más grande obra, “El capital”. A pesar de no haber podido terminarla, a causa de su muerte en 1883, allí da una explicación científica por primera vez en la historia sobre cómo funciona la economía capitalista, y cual es el origen de la riqueza de la sociedad, que no es otra que el trabajo que el capitalista roba a los trabajadores. Esa verdad vino acompañada de otra: el motor de la historia es la lucha entre las clases sociales.

Marx dio nacimiento al materialismo histórico, como primera explicación científica de la historia y funcionamiento de la sociedad, y al materialismo dialéctico, como aporte al pensamiento científico, y la teoría de la miseria creciente, y de la tendencia a la concentración y centralización del capital.

 Viendo el mundo a la luz de las elaboraciones de Marx, los trabajadores dejaron de ser un costo, y los patrones dejaron de ser los buenos hombres que daban trabajo. Y la clase obrera industrial pasó a ocupar el centro de la escena como la creadora de la riqueza de la sociedad y la única clase revolucionaria capaz de llevar hasta sus últimas consecuencias la pelea contra el capitalismo y la construcción del socialismo.

Pero Marx no fue solo un teórico, o un pensador como pretenden mostrarlo algunos académicos, periodistas y “personajes de la cultura”. Marx fue un militante, un político, y un constructor del partido revolucionario que necesita la clase obrera para pelear por la dictadura del proletariado y el socialismo.

Así fue que en 1846, con apenas 28 años, junto con su amigo, camarada y también padre del Socialismo Científico, Federico Engels, fundaron el “Comité de Correspondencia Comunista”, y luego de una dura batalla con la “Liga de los Justos”, fundaron “La Liga de los Comunistas” en 1847. El mismo Marx, junto con Engels, se ocupó de escribir el programa revolucionario de esta organización, el famoso “Manifiesto del Partido Comunista”, que termina diciendo “Los comunistas…declaran que sus objetivos sólo pueden alcanzarse derrocando por la violencia todo el orden social existente. Tiemblen, si quieren, las clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución comunista.  Los proletarios, con ella, no tienen nada que perder, como no sea sus cadenas.  Tienen, en cambio, un mundo entero que ganar.¡Proletarios de todos los Países, uníos!.”

Ese grito hoy vuelve a escucharse, y cada vez toma más fuerza, porque en todo el mundo los trabajadores pelean contra los gobiernos y los explotadores.

En 1864 se fundó en Londres la Asociación Internacional de Los Trabajadores, la Primera Internacional. Allí Marx dio una dura batalla teórica, programática y política contra los mazzineanos, los lassalleanos, los proudhonianos y contra el líder anarquista Mijail Bakunin.

¿Para qué dio esa batalla? para que la Primera Internacional fuera una organización revolucionaria, que organizara a los trabajadores alrededor de un programa revolucionario, por la dictadura del proletariado y el triunfo del socialismo.

Las multitudes de pobres y hambrientos, de asesinados por la policía, de mujeres muertas por abortos clandestinos, de suicidas y muertos por la violencia y las guerras con que  todos los días los gobiernos de todo el mundo castigan a los trabajadores, muestran con crudeza que el capitalismo fracasó y que el marxismo está más vivo que nunca.

 Levantamos el puño en alto por estos 200 años de Marx y por la necesidad del socialismo en todo el mundo.