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¡Ni Trump, ni OTAN!

La llegada de Trump a la cumbre de OTAN en Bruselas es una ocasión para manifestarnos. Una gran parte de la población siente aversión por las propuestas y los comportamientos de D. Trump, difundidos por los medios de comunicación. Es esa aversión lo que motiva a muchas personas a movilizarse contra esta visita.

Debemos, en efecto, rechazar todas estas propuestas y discursos militaristas, xenófobos y misóginos, de los que Trump se convirtió en el principal representante. Pero también oímos estos discursos en Francia, Bélgica, Polonia, Rumania, donde se atacan nuestros derechos sociales, nuestras condiciones de vida y de trabajo, y nuestros derechos democráticos. Con la llegada al gobierno de la extrema derecha o de los partidos populistas y nacionalistas, la burguesía internacional intensifica su guerra contra la clase obrera y los pueblos en lucha. Y para eso, todos los medios son buenos para imponer su sistema.
Acabado pues los bellos discursos, la hipocresía imperialista, muestra la verdadera cara del sistema capitalista: racista, machista, guerrero, arrogante … Así, Obama, el predecesor de Trump, a pesar de sus bellas sonrisas y sus lágrimas, con las cuales a menudo se exhibía frente a los medios de comunicación, también era militarista, al aumentar el arsenal nuclear de los Estados Unidos o desarrollar en gran escala los ataques de drones “contra el terrorismo”. Su política “antimigración” no hizo sino preparar el terreno para que Trump pueda atacar a los migrantes latinoamericanos y a la comunidad negra americana.

La llegada de Trump a la cumbre de OTAN demuestra que, contrariamente a sus declaraciones pasadas, necesita esta organización y volverá a insistir para que todos los miembros aumenten sus gastos militares hasta 2 % del PIB.
La OTAN es una organización militar que sirve de fuerza de intervención para proteger los intereses del imperialismo americano y de sus aliados. También sirve para desviar la producción de bienes esenciales para la población hacia importantes gastos militares. El envío por Trump de “la madre de todas las bombas” a Afganistán es una demostración de fuerza, pero también una señal dada a la industria militar que quiere intensificar la política ofensiva de los Estados Unidos, y vender más armas.
Charles Michel y los gobiernos europeos dicen, a veces, estar contra las posiciones de Trump, porque esta sería demasiado brutal o un poco unilateral, pero defienden el mismo proyecto imperialista. El gobierno belga, por ejemplo, aumenta fielmente sus gastos militares, compra los F-35 con gran capacidad destructiva, envía a sus militares a los cuatro rincones del mundo con la cobertura de “la lucha contra el terrorismo”. En Afganistán, por ejemplo, las tropas belgas sostienen la ocupación militar del país, y en Siria, siguiendo el mandato yanqui, las tropas belgas ayudan a mantener el estatus quo de Assad en el poder, al precio de la muerte de millares de civiles. Estamos pues también contra Michel y su gobierno de seguridad y belicismo.
Movilicémonos para poner fin a la política imperialista que Trump y el gobierno Michel representan:

¡Trump no es bienvenido!

¡No a la adquisición de los F-35!

¡Retiro de todas las tropas militares belgas en el extranjero!

¡Bélgica fuera de la OTAN, la OTAN fuera de Bélgica!



Ante el atentado en el Manchester Arena

La International Socialist League (ISL) de Inglaterra, envía sus condolencias a los 22 jovenes que han sido asesinados (según últimas informaciones) en el Manchester Arena, y nuestra solidaridad a los 59 heridos, familias y amigos en duelo.
Esperamos que ya se encuentren a salvo, incluyendo nuestros amigos y camaradas en Manchester. Sin duda ellos están haciendo lo posible para ayudar en esta situación.
Repudiamos estos ataques terroristas individuales. Sin importar cuáles sean las atrocidades del imperialismo y los gobiernos, la respuesta no es matar personas inocentes, muchos de ellos jóvenes, que simplemente estaban disfrutando de una salida.