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Por la estatización bajo el control de sus trabajadores

Desde hace unos meses la fábrica Brukman, bastión de las empresas recuperadas de Capital y de la lucha obrera emblemática desde fines del 2001, viene siendo vaciada por una camarilla al mando del abogado Luís Caro, que es apoderado de la “Cooperativa 18 de diciembre”.
La empresa ya fue expropiada a sus antiguos dueños. El Gobierno de la Ciudad pagó 7 millones por el edificio y donó las maquinas a los trabajadores. Según la ley de expropiación luego de tres años de gracia los obreros deben pagar esa suma en 20 años en cuotas semestrales. Pero este abogado y su gente boicotearon sistemáticamente todos los proyectos productivos transitorios que se basaban en ser proveedor prioritario del Estado y contar con subsidios para ello. Llevaron a los trabajadores a la desmoralización y a cobrar salarios de indigencia. Así, hoy están vendiendo gran parte de las maquinas que se utilizan para la producción. Todo bajo el nefasto cuento del abogado Caro, de vender el edificio, y seduciéndolos con que cada trabajador se podrá llevar una suma importante por ello. Esta política trajo confusión, ansiedad y división, producto de la desesperación que invade a sus trabajadores por la crisis que sufre la recuperada desde hace varios años. El “Doctor” Caro persigue el objetivo de deshacerse de los trabajadores, liberando dicho edificio para que vuelva un nuevo patrón o propietario, con la complicidad, tanto de funcionarios del Gobierno la Ciudad de Buenos Aires, como del Gobierno Nacional.
Hacemos un llamado al conjunto de los trabajadores de Brukman, del conjunto de las recuperadas, a todas las fuerzas de izquierda y combativas que han participado en la solidaridad con Brukman en estos años, apelamos a los diputados del FIT, a los legisladores de izquierda de Capital a denunciar este vaciamiento y generar un proceso de movilización unitario. Y exigir a las CGT y CTA que apoyen la lucha contra el vaciamiento y liquidación de las fuentes de trabajo. Exigir también que Caló, Moyano y otros dirigentes dejen de sostener el pacto del ajuste o, de alentar, como hizo Gutiérrez, el Secretario general de la UOM e intendente de Quilmes, la conformación de cooperativas y emprendimientos autogestionados, que librados a su suerte, tarde o temprano fracasan y se asfixian en este sistema capitalista de mercado. La solución en Brukman y en todas las empresas recuperadas es pelear por la estatización bajo el control de sus trabajadores. Y encarar ese programa frente a cada empresa que cierre o despida.
A continuación reproducimos la carta que entregaron los trabajadores de Brukman, integrantes del PSTU a sus compañeras y compañeros de la fábrica.

 

No al nuevo chantaje

Han pasado 13 años de la heroica lucha llevada adelante desde el 18 de diciembre del 2001. Desde entonces tomamos la decisión de defender nuestra fuente de trabajo frente al abandono de la patronal.
Han sucedido muchas cosas a lo largo de estos años para sostener nuestra firme postura de demostrar que los trabajadores podemos producir sin necesidad de patrones, verdaderos parásitos de la sociedad.
Resistimos varios intentos violentos de desalojo y represión. Hasta que en el 2003 se vuelve a la fábrica bajo la forma de cooperativa.
Lo entendimos como un triunfo ya que recuperamos una fábrica para ponerla a producir sin patrones.
Pero, también señalábamos que esta no era una salida en sí, que no iba a durar mucho tiempo si no manteníamos la movilización por la estatización sin pago controlada por los obreros, y la unificación con todas las fábricas recuperadas y el conjunto de los trabajadores en la lucha contra los reiterados ajustes del Gobierno, buscando una salida obrera y popular.
Luego de tres años, más de veinte compañeros propusimos a la Asamblea como objetivo un Proyecto (Bruckman) para aumentar nuestros salarios y salir de la precarización, que fue votado por la mayoría.
Consistía entre otras cosas: gestionar ante el Estado subsidios para la renovación y reparación de maquinarias, para el mantenimiento del edificio, la capacitación en todas las áreas para mejorar la calidad de los productos, establecer convenios para ser proveedores privilegiados del Estado, avanzando en la confección de ambos para el Ministerio de Desarrollo Social, Aerolíneas Argentinas, etc.
También subsidios para ayudar a cubrir en lo inmediato un mejor poder adquisitivo, que se concretaron desde los Ministerios de Desarrollo Social y de Trabajo de la Nación, ticket social y bolsones de comida.
Avanzamos en muchas de estas iniciativas pero después se fueron perdiendo. Algunos creen que esto pasó por culpa de otros compañeros. Nosotros opinamos que fue porque quedamos atados a un sello: el “Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas” dirigido por el abogado Caro, que ha ido boicoteando la unidad, debilitando las Asambleas soberanas, negando balances transparentes en la administración, lo que ayudó a la desmoralización, creando peleas y divisiones entre compañeros.
Esto llevó a que hoy la Cooperativa está aislada frente a las presiones del Gobierno Nacional y de la Ciudad que quieren que nos vayamos con unos míseros pesos a cambio de vender la fábrica. Se llega a esta situación cuando se encuentran en la calle miles de obreros tratando de recuperar su fuente de trabajo, quedando lamentablemente presos del fasón1, pagándonos miserias, bajando la calidad de nuestros productos.
Ahora, Macri pagó más de ocho millones de pesos por el inmueble y nosotros, con límite de tiempo debemos pagar un dinero que no tenemos. Y frente a eso una vez más, la salida que nos presenta el abogado Caro es un negociado para unos pocos o algún carancho que quiera comprarla a cambio de que vuelva un nuevo patrón.
No podemos aceptar este nuevo chantaje, aún tenemos la posibilidad de retomar el rumbo por el cual nos organizamos y dimos una pelea histórica, una verdadera gesta que ha recorrido el mundo junto a otras recuperadas. Frente a la crisis del 2001 no nos fuimos a nuestras casas, resistimos y recuperamos la fábrica. ¿Por qué hoy tenemos que irnos con una derrota? Cuando tenemos en nuestras manos la experiencia acumulada de lo que hicimos y lo que no. Aprendiendo de ello podemos revertir este lamentable cuadro de desazón.
Retomemos el Proyecto (Bruckman), cambiemos algunas cosas para mejorarlo si fuera necesario, o propongamos un proyecto nuevo para salir de esta situación.
Compañeras y compañeros, si erguimos el cuerpo y levantamos la cabeza en el 2001, también lo podemos hacer ahora. ¡Adelante!

Notas:
1 Trabajo tercerizado.