El 3 de Junio, volveremos a salir a las calles en un escenario muy particular. En todo el mundo, la situación de las mujeres trabajadoras y pobres se agrava, los gobiernos y empresarios pretenden descargar la crisis económica mundial sobre las espaldas de los trabajadores y el 50% femenino se lleva la peor parte. Así, mientras atacan nuestros derechos más básicos, se incrementa en forma brutal la violencia machista, el derecho a estar vivas no está garantizado.
En nuestro país, el Plan Macri intenta llevarnos rápidamente a salarios de hambre y condiciones laborales aún más precarias, afectándonos particularmente a nosotras que, sumado a esto, enfrentamos una ola de violencia sin precedentes, con un femicidio cada 18 horas en lo que va del 2017.
Mientras por un lado el grito de ¡Basta! se extiende y arraiga, también aparece una resistencia irracional de quienes no quieren perder sus privilegios machistas agravando el ensañamiento y la violencia, llegando a niveles de barbarie, con numerosos casos, que revuelve el estómago sólo leer: Lucía, Micaela, Araceli, son solo algunos de los más conocidos.
No podemos seguir indefensas, tenemos que organizar nuestra autodefensa en forma colectiva, tenemos que exigir que tomen este problema los sindicatos y centros de estudiantes (ver recuadro)
Venimos de un mes de Marzo histórico de luchas, que obligó a los dirigentes sindicales traidores a llamar al Paro Nacional que fueron pateando por un año. Ahora imponen nuevamente su tregua sin llamar a ninguna medida, diciéndonos que esperemos a las elecciones. Pero un nuevo ataque, esta vez a los Derechos Humanos, nos volvió a sacar a centenas de miles a la calle el 10 de mayo contra el 2X1.
La violencia creciente no puede esperar, es un problema del conjunto de los trabajadores que necesita respuesta YA. Este 3 J tenemos de nuevo la oportunidad de salir de a miles a mostrar nuestra bronca, de organizarnos en nuestros lugares de trabajo y estudio para participar y continuar con lo que en marzo empezamos y quieren frenar. Tenemos que exigir a la CGT y a las CTA que rompan la tregua y asuman también esta pelea como propia, por nuestro derecho a seguir vivas y por el derecho a condiciones de vida dignas de la familia trabajadora.
Notas complementarias:
