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PRESUPUESTO 2023 HIJO DEL MASSAJUSTE

 

En el Congreso Nacional la Cámara de Diputados dio media sanción al Presupuesto 2023 presentado por el Gobierno, con aprobación además segura de la Cámara de Senadores. Con los votos mayoritarios del Frente de Todos (FDT) y de una parte de la oposición de Juntos por el Cambio se aceptó el proyecto adecuado a las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) que ya envío sus felicitaciones al gobierno de los Fernández. Apunta a un menor déficit fiscal, aumentando presión impositiva a la población y reducciones en áreas claves como las sociales, la educación, la salud y vivienda. Pero con importantes aumentos de partidas para Seguridad y atención de la Deuda Pública Interna y Externa y mayor endeudamiento con buitres privados y organismos internacionales. Además de beneficios y prebendas para los sectores empresarios y el burdo intento rechazado para que los jueces paguen el Impuesto a las Ganancias.

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El superministro de Economía, Sergio Massa, se puso más que contento con el resultado dedicado a la titular del FMI, Kristalina Giorgieva. Fueron 180 votos a favor, 114 del Frente de Todos, 51 de Juntos por el Cambio (la mayoría radicales) y otros bloques patronales minoritarios. Con votos en contra y abstenciones, el núcleo macrista no apoyó el proyecto, con argumentos ligados a exigencias de reducir aún más el déficit fiscal y cuestionando que no hay más beneficios a las patronales. Hubo 22 votos en contra, 4 del Frente de Izquierda (FIT-U) y 49 abstenciones, resaltando la ausencia de los liberales de ultraderecha como el payasesco Javier Milei, figurita repetida de los medios capitalistas. 

 

No fue casual que la mayoría del parlamento burgués argentino aprobara  semejante Presupuesto 2023 basado en un mayor ajuste que ya se viene incrementando en este 2022. En las últimas semanas hubo hechos puntuales: el viaje de Alberto Fernández y Sergio Massa a Estados Unidos para engatusar a supuestos inversionistas y fondos buitre. Y como estar presentes en el tradicional cónclave patronal del Coloquio de IDEA en Mar del Plata, y la presencia de dirigentes de la CGT y CTA junto al embajador yanqui, Marc Stanley. Además efusivas declaraciones desde el Gobierno para unificar urgentemente a toda la oposición patronal para obedecer y cumplir con el FMI. Todos síntomas que preanunciaban el operativo burgués y sus medios de apoyo al proyecto de Presupuesto.

 

Es escandaloso e hipócrita el funcionamiento de este Congreso pro patronal y entreguista a los poderes económicos capitalistas de nuestros recursos. Como por  ejemplo el proyecto que facultaba al Poder Ejecutivo a modificar las alícuotas (porcentajes) de las retenciones  (derechos de exportación) hasta fin de año. Pero al ser cuestionado por legisladores ligados a las grandes patronales del agro se retiró de la votación.

 

Impuesto a las Ganancias: sigue el privilegio con los jueces millonarios

 

El intento distractivo de extender en el Presupuesto el pago del Impuesto a las Ganancias a todo el sistema judicial tuvo fuerte resistencia al incluir a todos los trabajadores judiciales, y no solamente a los millonarios sueldos de los jueces del sistema burgués. Y derivó en una discusión tramposa del proyecto populista del Gobierno de involucrar a la Corte Suprema y niveles cercanos judiciales dentro de las disputas de poder político capitalista. 

 

En argumentos de sectores del peronista Frente de Todos lo cuestionaron, sobre la base que el “salario no es ganancia”, como inclusive algunos dirigentes de la burocracia sindical de la CGT y CTA difunden hipócritamente. Y por lo tanto ningún trabajador activo o jubilado debería pagar tributo por sus salarios y haberes.

 

Pero no fue este motivo lo que prevaleció para rechazarlo, salvo por los diputados del Frente de Izquierda (FIT-U). Si bien la burocracia del Sindicato de Trabajadores Judiciales cuestionó el proyecto, el veto de la mayoría de los legisladores, incluidos JxC, se sustentó en no afectar las relaciones con la Suprema Corte de Justicia y sus jueces en pleno proceso de ajuste económico. A lo que agregamos la posibilidad de reclamos y movilizaciones de los trabajadores y el pueblo que deberán ser reprimidas por los gobiernos de turno.

 

Al servicio del ajuste capitalista del FMI

 

En el cuadro siguiente obtenido de diferentes informaciones periodísticas circulantes, se comprueba la variación de las partidas entre el Presupuesto del 2022 y el del 2023. Y en su última columna “Var.% real Inflación 75,7%” se muestra que considerando la inflación entre 2022 y 2023, pero solo en un 75,7%, la mayoría de las partidas sufren una disminución en la asignación que no es más que un ajuste de gastos.

 

 

Para el Ministerio de Transporte se reducen en -12,8%, Turismo y Deportes     -21,21,9%, Obras Públicas -2,8%, Desarrollo Territorial y Hábitat (Vivienda), -4,00%, Educación -4,9%, Cultura -6,1%, Trabajo -3,2%, Salud -14,8%, Ambiente y Desarrollo Sostenible –8,9%, Mujer, Género y Diversidades         -10,2%, Desarrollo Social -1,1% (Se calcula alrededor de $500.000 millones menos), no obstante llegar la pobreza a casi el 40%. Es decir, las partidas vinculadas a la calidad de vida de los trabajadores sufren en la realidad importantes reducciones. Convalidando lo solicitado por el FMI, para bajar más el Déficit Fiscal primario al 1,9% del Producto Bruto Interno (PBI) y un crecimiento económico de solo 2% .

 

Otro ejemplo, que el anterior cuadro muestra: para el Ministerio de Economía hay una disminución de recursos del 16,5%, previendo menos subsidios que se traducirán en más tarifazos en la energía sumando más inflación en un sistema capitalista en continua crisis.

 

Pero es de resaltar lo asignado en la del Ministerio del Interior, que aumenta en un 40,5%. Partida que administra su reparto de acuerdo a la situación política, e históricamente prevalecen las asignadas al Ministerio de Seguridad (llámese “Fuerzas Represivas). 

 

Otra partida que escandalosamente se incrementa es la de “Servicio de Deuda”. Relacionada con los millonarios intereses que se pagan por la Deuda Pública  Interna y Externa (nunca investigada). Aclaremos que la mayoría de los vencimientos de capital no prevalecen en el Presupuesto ya que los mismos se refinancian en Argentina con los intereses usureros más altos en todo el capitalismo planetario, intereses que sí deben cancelarse, o a lo sumo capitalizarse aumentando la Deuda. En 2023 hay que pagar U$S 14.000 millones de servicios de intereses por la Deuda.

 

La tercera partida que se incrementa es la de Obligaciones del Tesoro en un 10,5%. Generalmente es la Deuda que el Tesoro Nacional (los fondos que administra el Gobierno), que le adeuda al Banco Central por adelantos y “préstamos” para contener crisis y algunos proyectos de obra pública según las presiones políticas de sectores económicos (subsidios, préstamos, reasignación de partidas y/o incrementos de partidas, etc.).

 

Más partidas para Deuda, menos partidas para los trabajadores

 

El total de Gasto Público presupuestado es de $29 billones (unos U$S 132.000 millones).  Se prevé un Déficit Fiscal de $6,400 billones). Lo previsto en la partida  de “Servicio de Deuda” (Intereses solamente) es de $3 billones. O sea la mitad del Presupuesto es para Servicios de la Deuda Pública Interna y Externa. No obstante, en el 2023  se deben renovar U$S 103.000 millones de Deuda (se refinanciará dada que es impagable). La Deuda Pública ya llega a los U$S 390.000 millones sin contar lo adeudado en Leliqs por el Banco Central. Pero el Presupuesto autoriza a tomar  más Deuda por U$S34.000 millones, en teoría para solventar el Déficit, no para Salud, Educación, Vivienda, Obras Públicas, Trabajo, ayudas sociales, etc.

 

Como venimos denunciando constantemente, económicamente la inflación es una transferencia de recursos de los bolsillos del pueblo trabajador a las arcas de los grandes capitalistas productores de bienes y servicios. Y el Estado burgués, sea el anterior macrista o el actual peronista de los Fernández, deja correr, sin atacar a las patronales y controlándolas con una herramienta dispuesta en gobiernos peronistas, que aunque sea provisoria, serviría: la Ley de Abastecimiento. Y por otra parte, la inflación le sirve al Estado para una mayor recaudación con el IVA y el Impuesto al Cheque, por ejemplo, y poder adquirir más dólares al precio oficial. Todo, principalmente, para pagar servicios de Deuda, además de permitir grandes empresas y especuladores la obtención de dólares para fugar al exterior, en lugar de destinarlos a objetivos productivos.

 

El Presupuesto 2023 se basa en una inflación proyectada del 60%, pero ya prevé también una devaluación oficial que llevaría el dólar oficial a $270.- Por ello lo utópico de pronosticar la inflación del 60%. Pero el objetivo, es destinar menos recursos a gastos estatales como salarios y jubilaciones, devaluando aún más los ingresos, para reducir el déficit fiscal exigido por el FMI. 

 

Esto es un resumen breve de lo preparado por el Gobierno de los Fernández y la oposición patronal para ajustar por órdenes del FMI. No importa el resultado electoral del año que viene, todas las corrientes burguesas apoyan el ajuste para seguir garantizando sus ganancias y buen vivir a costa de la explotación de millones de trabajadores ocupados y desocupados. No nos cansaremos de insistir que si no se logra una economía socialista planificada para producir,  presupuestar y planificar lo que realmente necesitamos en salud, educación, vivienda, trabajo digno y defensa de nuestros recursos ante la voracidad capitalista, nuestro destino es vivir cada vez peor.