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“Que el grito de Ni una menos sea el grito de todas nosotras también en otros países”

Silvia Ferraro, dirigente del CSP Conlutas y Movimiento Mujeres en Lucha, militante del PSTU de Brasil, nos cuenta por qué le pareció importante viajar a participar del XXX ENM.

En Brasil quedamos muy impresionadas con lo que fueron las manifestaciones del 3 de junio por el Ni una menos, que fueron movilizaciones contra los femicidios y la violencia machista. En Brasil sufrimos el mismo problema pero todavía peor que acá, porque cada 2 horas muere una mujer por violencia machista. Desde la CSP Conlutas y el MML estamos en una campaña contra la violencia hacia la mujer que le exige al gobierno de Dilma el 1% del PBI para la aplicación de políticas públicas de combate a este flagelo. Al igual que acá el gobierno de Dilma no destina presupuesto para combatir la violencia, además está realizando un ajuste fiscal que afecta particularmente a las mujeres trabajadoras, porque está recortando el presupuesto para educación, para guarderías y para salud. Pero eso no es todo, cortó el 50% de los pocos fondos que había para combatir la violencia. Acaba de hacer una reforma ministerial que eliminó la Secretaría de Políticas Públicas para las mujeres.
Acá en la Argentina lo que ocurre es muy similar, tanto que el Encuentro está exigiendo que haya mayor presupuesto para el combate a la violencia contra las mujeres y la declaración de la emergencia nacional. Lo que pasa es que tanto Dilma como Cristina, aunque son mujeres, no gobiernan para las mujeres trabajadoras, porque aplican sus presupuestos al servicio de aumentar las ganancias del sistema financiero internacional, de los patrones y recortan todos los presupuestos que contemplan a las mujeres trabajadoras.
Por eso nosotros venimos desde Conlutas y el MML a ver cómo se organizan las mujeres y, también, a traer nuestra experiencia y llevar allá la experiencia de las trabajadoras argentinas. Porque las políticas de ajuste son globales, y por eso la lucha también tiene que ser de todos los trabajadores de América Latina, para que el grito de Ni una menos sea el grito de todas nosotras