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¿QUIÉN “PIERDE” CON LA CRISIS CAUSADA POR EL CORONAVIRUS?

Desde hace semanas, las patronales de diferentes sectores capitalistas vienen lamentándose por el descalabro económico causado por el cese de las actividades, lamento repetido una y otra vez por los medios; al punto que pareciera que ellos son los principales perjudicados por esta situación. Sin embargo, la realidad es que las patronales no solo tienen sus ganancias aseguradas; sino que todo este lamento tiene como único fin el ir preparando el terreno para hacer pagar estos meses de caída de facturación a los que realmente generamos riqueza: los trabajadores.

Desde que se inició la cuarentena, las promesas del gobierno sobre congelamiento de  precios, leyes antidespidos o impuestos a las fortunas fueron sistemáticamente dejadas de lado. Por el contrario, la norma fueron los aumentos de precios y tarifas (incluso con cortes en caso de mora), la estampida del dólar, los despidos y el impago de salarios.

Prácticamente no hay gremio en el que no haya habido casos así, a pesar de que la casi totalidad de las dirigencias sindicales acordaron con las cámaras empresariales amplios descuentos salariales. Por el contrario, esta actitud de los sindicatos parece haber alentado a las empresas a ir más lejos.

Las patronales jamás pierden, y esta no es la excepción: aunque la caída de la actividad implique que no van a facturar como en otros años, lo cierto es que en la amplia mayoría de los casos las empresas cuentan con los fondos para hacer frente a los pagos salariales.  Habiendo recibido toda clase de ayudas financieras desde el Gobierno, desde permitirles no pagar aportes patronales hasta subsidios directos como el ATP. Lo que los empresarios están haciendo es simplemente sacar todas las ventajas posibles de esta situación.

El negocio de exponer a los trabajadores

Con la aparición de un sector de Cambiemos los empresarios reclaman el fin de la cuarentena, y el oficialismo logró presentarse como el defensor de la salud. Pero el gobierno de Alberto Fernández, en los hechos, aplica la política que esos sectores reivindican, habilitando las actividades de empresas que nada tienen de esenciales, y dejando que se ponga la salud de los trabajadores en riesgo. El caso de Toyota sirve de ejemplo: una empresa dedicada a producir vehículos caros para exportar, retoma las actividades con el apoyo y el aliento del gremio y el Gobierno, y a los días se detecta que un obrero padece de Covid-19, y que sus compañeros del sector quedaron expuestos al contagio.

Y ni que hablar del sector de salud, en el que en numerosas clínicas se denunció que los propietarios no dan al personal los medios de protección adecuados, o de empresas de supermercados como COTO, que evita los cierres y desinfecciones necesarias pese a seguir acumulando casos de Coronavirus entre su personal. Y así se podría seguir, enumerando casos de patronales que exponen a sus empleados mientras el Gobierno mira para otro lado.

Abandonados por la CGT

Está visto que, como siempre, los trabajadores somos los verdaderos perdedores de esta crisis, y que las patronales están aprovechando la situación para pisotear nuestros derechos. Está claro también, que el Gobierno las deja correr. Pero ¿Y la CGT? 

Desde que empezó la cuarentena, la central sindical y los principales gremios no han hecho más que ponerse al servicio de la patronal. Desde avalar que nos descuenten una parte del salario, hasta diseñar procedimientos para que las empresas puedan volver a producir. Y no es que no haya habido luchas: por el contrario, toda clase de luchas obreras han estallado alrededor del país en estas semanas, resistiendo la oleada de ataques patronales. 

La realidad es que si los trabajadores somos los que más estamos perdiendo con esta situación (y ni hablemos de quienes están en la informalidad), es porque la CGT viene dejando pasar cada golpe y cada ataque. Por esa razón, es necesario coordinar y unificar las luchas para romper la tregua que los dirigentes vendidos le están dando a la patronal. Para luchar por una cuarentena sin hambre, en la que paguen los empresarios y los ricos que intentan saquearnos aún más.

5 de Junio de 2020.-