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Se fue Milani… Ahora hay que luchar para meterlo preso

Según el comunicado oficial el jefe del Estado Mayor General del Ejército, el teniente general César Milani, pasó a retiro aduciendo “razones estrictamente personales”. Esto es una verdadera victoria de quienes seguimos sosteniendo las banderas de la lucha contra el genocidio de la dictadura militar, de aquellos que no hemos claudicado y venimos exigiendo su renuncia y de los que seguimos peleando coherentemente por Memoria, Verdad y Justicia. A fines de diciembre pasado, Nora Cortiñas, una de las principales referentes de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, había presentado un hábeas corpus para que Milani compareciera en la causa por la desaparición de su hijo Gustavo, y le había pedido a la presidenta Cristina Kirchner que lo separara de su cargo mientras durara la investigación, debido a las acusaciones que pesaban sobre él por su participación en delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar, vinculadas a la desaparición del conscripto Alberto Ledo en Tucumán, entre otras. Incluso el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), del oficialista Horacio Verbitsky, en su momento habían cuestionado su designación por este motivo: “Hoy vemos con preocupación que la persona que tiene la responsabilidad de conducir las fuerzas armadas hace propios,en el ejercicio de su investidura, argumentos que contradicen avances fundamentales de la reconstrucción democrática llevada adelante por toda la sociedad argentina en los últimos 30 años”.1

Como parte de la intensificación del ajuste y la persecución a los luchadores, Milani había sido colocado por Cristina para desarrollar una red de espionaje e inteligencia militar que le respondiera directamente al flamante candidato a vicepresidente deloficialismo, el actual secretario Legal y Técnicode la presidencia, Carlos Zannini. Y de su mano se había cuadruplicado el presupuesto de esta rama militar desde su nombramiento hace tan sólo dos años. Hoy Milani cayó para “limpiar” la campaña electoral del FPV, tratando de recomponer los puentes con la base “progresista” afín al oficialismo que ya tuvo demasiado con la designación de Scioli como continuador del proyecto. Ahora hay que redoblar la movilización de todos los trabajadores y el pueblo para lograr meterlo tras las rejas. Porque aunque algunos ya se hayan olvidado, nosotros seguimos gritando cada vez más fuerte que
¡No olvidamos, No perdonamos, No nos reconciliamos! ¡Cárcel a todos los genocidas!

Notas(1) http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-275625-2015-06-24.html