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Sobre el llamado del PTS a formar un Partido Único

El PTS hizo un llamado a construir un “partido unificado de la izquierda, de los trabajadores y socialista”. Lo anunció Nicolás Del Caño en el acto que hicieron en el micro estadio de Argentinos Juniors, el 6 de Octubre pasado. Luego lanzaron la misma propuesta en una carta dirigida al FIT y a los demás partidos “que se reclaman de izquierda, obreros y socialistas”.
Sin dudas, la construcción de un gran partido obrero, revolucionario, internacionalista y socialista es la principal tarea que tenemos los trabajadores en todo el mundo. Sin esa organización no hay manera de que los trabajadores tomen el poder y construyan un Estado Obrero que sea una herramienta en la pelea por la revolución socialista internacional.
En ese sentido, la discusión sobre cómo construirlo es fundamental. Por eso, en este artículo queremos dar una primera respuesta al planteo del PTS.
Muchos compañeros nos reclaman la unidad, nos preguntan por qué está tan dividida la izquierda, y nos dicen que así nunca vamos a llegar al poder.
Esa preocupación responde a la necesidad de juntar fuerzas, de construir una verdadera alternativa al peronismo y al macrismo.
Pero, cuando hablamos de unidad, tenemos que discutir para que nos unimos y con quien nos unimos. Para eso, además de las cartas, los anuncios, el programa y la concepción y régimen de partido, tenemos que discutir la práctica concreta cotidiana de cada organización.

La división en las luchas, al servicio de la postulación electoral

Desde el surgimiento del FIT en 2011 hubo llamados similares a la construcción de un partido único. Pero, contradictoriamente, no participan de modo unificado en los conflictos, ni en los procesos sindicales, o internacionales. Cada vez que la lucha de clases “apretó”, el FIT se dividió.
El PO, PTS e IS, tienen un «acuerdo programático» de 22 puntos, principalmente para lograr legisladores en las elecciones, contra las alternativas burguesas respaldadas por los distintos sectores de la burocracia sindical. Y esa práctica electoralista la aplican en las luchas cotidianas, ayudando a crear expectativas en acuerdos parlamentarios para conseguir leyes a favor de los intereses obreros y populares -como el derecho al aborto-, en lugar de poner el acento en la más amplia  y unitaria movilización para imponer esas medidas, desnudando a esa cueva de bandidos que es el Congreso. Arman «columnas independientes» en la lucha callejera, pues su lógica electoral requiere poner por delante las diferencias -para que los voten cada dos años-. Asi lo hicieron este 24 de Marzo, donde se negaron a llevar adelante una acción de conjunto con los trabajadores kirchneristas, peronistas, etc.
Asi lo hicieron ese histórico 7 de Marzo, donde bajamos del escenario a la burocracia de la CGT, mientras el sindicalismo de izquierda hacia su acto autoproclamatorio a cinco cuadras, en Plaza de Mayo.
Nosotros creemos que eso es equivocado, que debilita la lucha y la construcción de un partido revolucionario con influencia de masas.
No queremos hacer un partido unificado para esa política.
Necesitamos la mayor unidad en la acción, mientras discutimos al calor de las luchas con todos los trabajadores que confían en el kirchnerismo, el peronismo o en Macri. A esos trabajadores queremos ganarlos para seguir peleando hasta el final, porque sus conducciones no lo van a hacer. Y para eso hay que estar codo a codo, enfrentando al gobierno y a los dirigentes sindicales vendidos.

Frente Único Obrero o Frente Clasista Combativo

El PTS argumenta la necesidad de un partido único señalando, entre otras razones, la necesidad de derrotar a los Bolsonaro. Pero, justamente, a esta amenaza se la enfrenta con el frente único obrero, para lograr acciones prácticas masivas, no con «el frente único clasista combativo», es decir, «rojo», que, como veíamos recién, solo sirve para dividir las luchas y postularse electoralmente.

¿Asamblea Constituyente o Gobierno obrero y popular?

Esa metodología electoralista también se expresa en la propuesta de Asamblea Constituyente. Ya hemos desarrollado este debate en otros artículos. Hasta hace algunos días, el PTS, al igual que el PO, no planteaban el “Fuera Macri”. Ahora están diciendo que «Macri se tiene que ir”. Pero plantean sacarlo con una Asamblea Constituyente. Es la misma política que tuvieron en el Argentinazo del 2001 que volteó a De la Rúa. En lugar de poner sus fuerzas a disposición y con una política para desarrollar organismos obreros y populares unitarios de lucha, que puedan convertirse en los pilares de un gobierno obrero y socialista (Comités, Coordinadoras, Encuentros; nosotros planteamos la necesidad de una Asamblea Nacional de Trabajadores que tome las riendas del país), presentan esa institución burguesa, la Asamblea Constituyente, como alternativa de poder.  Como si estuviésemos luchando por democracia y elecciones contra dictaduras militares y no contra gobiernos y parlamentarios votados en elecciones. Como si esa consigna fuese movilizadora de sectores explotados y oprimidos.
Nosotros no queremos construir un partido para «radicalizar la democracia», sino hacer la revolución obrera y socialista.

La necesidad de reconstruir la IV Internacional

No hay forma de construir verdaderos partidos revolucionarios nacionales, si no se forman como parte de una organización internacional, revolucionaria, obrera y socialista, que funcione con centralismo democrático.
En ese sentido, ni la Fracción Trotskista de la cual forma parte el PTS, ni la UIT de Izquierda Socialista o la Coordinadora por la Refundación de la Cuarta Internacional de la que el PO forma parte, funcionan como organización centralizada democráticamente. Son, en el mejor de los casos, federaciones de partidos, donde cada cual hace lo que quiere, o lo que dice el partido madre.
No es posible construir un partido unificado en Argentina, sin que se lleve adelante un gran debate a nivel internacional, sobre el programa y la concepción y régimen de la IV Internacional que es necesario refundar.
Desde la Liga Internacional de los Trabajadores, defendemos un régimen centralista democrático. La mayor disciplina en la acción, y el más democrático debate al interior de los organismos del partido. Por eso realizamos Congresos bianuales, donde se reúnen los delegados y dirigentes de más de veinte partidos de diferentes países a discutir la política, el programa, los balances y las orientaciones que guiaran al conjunto de la internacional. Cualquier dirección internacional es más fuerte que la mejor de las direcciones nacionales. Porque el capitalismo es mundial, y solo podremos derrotarlo organizándonos a nivel internacional.

¿Qué proponemos?

Primero que nada, necesitamos la unidad en la lucha. De otra forma, cualquier llamado a la construcción de un partido único de izquierda, no es más que un llamado a construir un instrumento electoral como el FIT, que no responde a las necesidades de organización y lucha de los trabajadores. Pues para los revolucionarios, la participación y las campañas electorales son excepcionales. Las tareas normales del partido, como herramienta para tomar el poder, están en los conflictos cotidianos.
En ese sentido, proponemos llevar adelante el desarrollo de un Frente Único Obrero, de lucha, para enfrentar el plan del gobierno, junto a todas las organizaciones obreras y todos los trabajadores que quieran dar esa pelea, sean peronistas, kirchneristas o radicales. Y para echar a Macri como lo hicimos con De la Rúa en el 2001.
Y también proponemos realizar un profundo debate teórico y programático a nivel internacional y nacional con todas las organizaciones que se reclaman revolucionarias, obreras y socialistas, para discutir qué hacemos frente a la crisis capitalista, cómo enfrentamos a los gobiernos burgueses, las burocracias sindicales y organizaciones reformistas de todo el mundo, en la perspectiva de la reconstrucción la IV Internacional.