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TOMEMOS LA DEFENSA DE LA VIDA EN NUESTRAS MANOS

El aislamiento social es una medida más que necesaria para poder prevenir el contagio masivo del virus en toda la población. Así lo demuestran las experiencias de algunos países como China y Corea del Sur. Asimismo es algo que recomiendan muchos profesionales de la salud. En la Argentina se decretó la cuarentena obligatoria para todo el territorio nacional desde las 00 horas del día 20 de marzo y rigen penas de entre 3 y 15 años para quienes no respeten la medida.

Ahora ¿Es cierto que todos y todas podemos quedarnos en casa gozando de nuestro derecho de prevención? La realidad demuestra lo contrario. 

Los trabajadores de la salud, alimentación, sanidad, comercio, petróleo, gráficos y transporte quedamos exceptuados de la medida teniendo que concurrir a nuestros trabajos por tratarse de actividades esenciales. 

A menos de 24 horas de comenzar esta situación el gobierno amplía estas excepciones incluyendo a los mineros y obreros de industrias que tengan producción de forma continua. 

Estas excepciones lejos de ser utilizadas para planificar la producción y garantizar salubridad para todo el pueblo son aprovechadas por los empresarios para seguir sosteniendo sus ganancias. 

La clase que todo lo posee también cree tener nuestra vida en sus manos. Así es como mientras los dueños de las fábricas, transportes y comercios se resguardan en sus cómodas viviendas nos confinan a los trabajadores a seguir produciendo en establecimientos que no poseen las medidas de seguridad necesarias. Incluso haciendo pasar como esenciales actividades que no lo son como la elaboración de snacks, golosinas, la extracción minera, y ahora toda la industria continua, que puede incluir desde fábricas de autopartes hasta curtiembres y un sinfin de establecimientos. 

Los empresarios cuentan con dos aliados fundamentales en esta cruzada. Por un lado la burocracia sindical, que por ejemplo en la alimentación llegó a un acuerdo para garantizar la concurrencia de los trabajadores. Por el otro con el Gobierno Nacional que a través de una resolución de la Secretaría de Trabajo prohibió cualquier tipo de acto sindical. 

La cuarentena en disputa

Como se demuestra en el primer día de aplicación la cuarentena como está planteada tiene un carácter de clase. Pero como este pueblo sabe de peleas y organización la bronca empezó a crecer en los establecimientos. Así es que los obreros de Felfort realizaron aplausazos y carteles en el comedor defendiendo su derecho al resguardo.

Trabajadores de la salud de Tucumán protestaron por no tener las condiciones mínimas de seguridad e higiene. Choferes de la línea 60 lanzaron un comunicado exigiendo medidas a la empresa. Empleados de comercio de Rosario protestaron para repartir las horas de trabajo y por elementos de higiene. Creemos que hay que extender este tipo de conflictos y coordinarlos para pelear unidos. Defendemos el derecho de todos y todas al aislamiento y prevención. Así como también exigimos que las actividades esenciales deben producirse de manera planificada. Esto implicaria que el estado a través de la ANMAT, el INAME y los Ministerios de Salud, Energía y Producción dictaminen que y como se produce. Cómo no confiamos en los empresarios que nos mandan a trabajar poniéndonos en riesgo creemos que deben ser los trabajadores quienes tengan el control de esto.

 

Los dirigentes gremiales en lugar de pactar con los empresarios deberían romper el acuerdo social e impulsar este tipo de acciones.

Alberto Fernández dijo que se acabó la Argentina de los vivos, que cumpla con su palabra y que haga parar a los empresarios que se llenan los bolsillos especulando con la pandemia. En lugar de detener a personas en los barrios el gobierno debería centrarse en meter presos a los patrones que exponen a cientos de obreros haciéndolos trabajar en ramas no esenciales.

La pobLación argentina durante la noche del jueves salió a aplaudir y a tocar bocinas apoyando a quienes debemos seguir trabajando. Dotemos de un programa este tipo de manifestaciones para que se aplique un plan de emergencia que realmente defienda la salud de las personas.

PSTU 20/03/20