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UCRANIA: SÓLO LA ACCIÓN INDEPENDIENTE DE LA CLASE OBRERA LLEVARÁ AL TRIUNFO LA GUERRA DE LIBERACIÓN NACIONAL

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La lucha de liberación nacional del pueblo ucraniano contra la invasión de Putin requiere medidas de liberación social de la clase obrera contra los saqueadores capitalistas

 

 

Los trabajadores ucranianos hemos estado luchando durante tres meses contra la ocupación genocida del régimen de Putin. Habiendo sufrido una derrota cerca de Kyiv y Kharkov, el invasor busca asegurar los territorios ocupados de Donbass y el Sur como plataforma para la destrucción de toda Ucrania.  Pasados 80 años, las consignas «¡Muerte a los ocupantes fascistas!» y «¡Todo para el frente, todo para la victoria!» volvió a ser para los ucranianos una cuestión de vida o muerte preservar nuestra libertad e independencia.

Todas nuestras fuerzas deben estar subordinadas a la tarea de derrotar a los invasores y liberar al país. La guerra se prolonga en el tiempo. Se está convirtiendo cada vez más en una guerra no sólo de los frentes de batalla, sino también una guerra en la retaguardia. Esto significa que toda la economía del país debe ponerse al servicio de la derrota del enemigo. Sin embargo, hoy está al servicio de las ganancias de los capitalistas. Como consecuencia de esto, entre otras cosas, se producen la tremenda crisis del combustible, los fraudes con la ayuda humanitaria, la especulación de los capitalistas con los refugiados. Todo esto socava material y moralmente la resistencia interna. La tarea de derrotar a los invasores y la liberación nacional requiere medidas en interés del pueblo trabajador y de los sectores explotadosquienes debemos tomar esas tareas y el poder en nuestras propias manos.

¿Cómo combatir la crisis energética? Centralizar el sector de combustibles en manos del estado, bajo control de los trabajadores

El ejército ruso bombardeó la única gran refinería de petróleo del país en Kremenchug y muchas instalaciones de almacenamiento de combustible. El lacayo de Putin, el dictador Lukashenko, dejó de suministrar gasolina a Ucrania. El combustible de Europa es objetivamente más caro, lo que se ve agravado por la depreciación de la gryvnia, moneda ucraniana. El regreso de los refugiados propietarios de automóviles ha impulsado la demanda de gasolina. Todo eso junto dio lugar a una grave crisis de combustibles en Ucrania. Hoy ha afectado principalmente al sector “civil”, pero tenderá a extenderse también al aspecto de la defensa armada.

Se necesitan medidas gubernamentales firmes para resolver esta crisis. Es necesario señalar claramente que Ucrania está plenamente provista de materias primas de hidrocarburos de las que debemos disponer sin dudar. Mientras hay una guerra en suelo ucraniano, millones de toneladas de petróleo y miles de millones de metros cúbicos de gas fluyen bajo nuestra tierra a través de tuberías desde Rusia a Alemania a las manos de la burguesía alemana. Por esto, Putin recibe millones de euros para continuar con el genocidio de Ucrania. Para mantener vivo este comercio, el gobierno alemán se ha convertido en un cínico abanderado del sabotaje al suministro de armas a Ucrania.

Se necesita un plan para usar estos oleoductos al servicio de las necesidades de defensa. Y además, la creación de un sistema de mini-refinerías y unidades de destilación simples, como lo hicieron con éxito los chechenos en 1994 en la guerra victoriosa contra el ejército ruso. Y la introducción del racionamiento de gasolina y restricciones a los vehículos motorizados privados para garantizar el combustible para la guerra y el uso del transporte público.

La solución a la crisis de los combustibles pasa por ir contra los intereses de las empresas privadas, que hoy controlan el mercado de los combustibles y ganan dinero con él. Dejar el sector de los combustibles en manos del mercado es debilitar la resistencia, es ayudar a Putin. La guerra exige terminar con las políticas neoliberales y establecer una economía de guerra. Toda producción y distribución de combustible, todo desarrollo y organización del sector debe ser nacionalizado y centralizado en manos del estado bajo el control de las organizaciones de la clase obrera y puesto al servicio de las necesidades de la defensa, de la victoria sobre el enemigo, al servicio de la liberación del país.

Control obrero contra las maniobras comerciales con la ayuda humanitaria

La lucha de los ucranianos despertó una gran solidaridad entre los pueblos de todo el mundo. Esto se expresa, entre otras cosas, en la ayuda humanitaria que ingresa al país. Sin embargo, estas ayudas están siendo saqueadas, ya que son manipuladas por estructuras comerciales y funcionarios corruptos. Ya se han descubierto varios casos atroces de especulación a gran escala con la venta de la ayuda recibida. Pero estos casos son “una gota en el océano”. La ayuda humanitaria se está ofertando en todas partes, aparece en los estantes de las estructuras comerciales.

¿Es de extrañar que esto suceda, cuando la distribución de la ayuda humanitaria está en manos de empresarios y funcionarios? «Si quieres defender tu patria, cómprame los productos necesarios», le dice el empresario a los ucranianos de a pie. ¡Esta es la «contribución» de estas aves de rapiña para proteger a nuestro país! En realidad, los capitalistas nos están quitando estos productos indispensables a los trabajadores, que defendemos Ucrania con las armas en la mano, y a la gente común que más sufrió la guerra. ¡Este es el peor tipo de saqueo! Desmoraliza la lucha, corroe la resistencia, socava su apoyo internacional y sirve al agresor Putin.

A esta guerra de liberación nacional debe corresponder una economía nacional de guerra.

Debe garantizarse una distribución socialmente justa de todos los recursos existentes. De lo contrario, será una guerra de capitalistas y comerciantes contra el pueblo. Los traficantes de ayuda humanitaria merecen una ejecución pública con confiscación de bienes. En general, para evitar el fraude y la especulación es indispensable el control obrero de la ayuda humanitaria. Los capitalistas tienen sus razones para robar a los trabajadores, ellos viven siempre de robar a los trabajadores con la explotación. Pero no tiene sentido que los trabajadores se saqueen a sí mismos en detrimento de su lucha y de su país.

Los «órganos de seguridad” y de “vigilancia del orden” de este estado no dejarán de lucrar con la ayuda humanitaria. Porque sus propios funcionarios, que sirven a los grandes capitalistas, están involucrados en este negocio. Para asegurar la distribución de la ayuda humanitaria en interés de la gente común y no de los empresarios, es necesario crear destacamentos de control obrero – desde abajo, de representantes de los colectivos de trabajadores elegidos en las empresas.

La ayuda obrera internacional a la resistencia obrera ucraniana

El convoy internacional de Ayuda Obrera a la resistencia ucraniana, organizado por la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Luchas y la campaña en marchaen la que participan la CSP Conlutas de Brasil, Solidaires de Francia, Iniciativa Trabajadora de Polonia, Adl Cobas de Italia, Movimiento Social de Ucrania, con el apoyo de la LIT-CI, han logrado numerosos aportes solidarios, en dinero y especies, colectados entre los trabajadores y organizaciones sindicales de los más diversos países y continentes, que fueron y seguirán siendo entregados a los trabajadores mineros-metalúrgicos del Sindicato Independiente NPG, de Krivoy Rog. Todo este enorme esfuerzo es un ejemplo de cómo se puede organizar para garantizar que la ayuda llegue a las manos de quienes la necesitan y que son los que realmente defienden al país armas en mano y alimentan la retaguardia.

Poner a disposición de los refugiados y desplazados hoteles y viviendas desocupadas

La barbarie de Putin expulsó a millones de ucranianos de sus hogares y lugares de residencia. Pero el dolor de los refugiados de las regiones orientales del país se ha convertido en una “mina de oro” para los negocios inmobiliarios en otras regiones. Los precios de los apartamentos en el Oeste de Ucrania se han más que duplicado, y en la región de Transkarpatia se han más que triplicado. El mercado de la vivienda en alquiler tiene la misma tendencia. La demanda ha aumentado, los precios han aumentado. Nada personal: mercado, negocios, barbarie. En medio de la guerra, también la vivienda se ha convertido fuente de negocios capitalistas. Esto deja a millones de personas bajo la amenaza de vivir en la calle o en condiciones inhumanas. Los obliga a emigrar, los deja fuera de la lucha y, por lo tanto, debilita la resistencia y sirve a PutinTodas las viviendas vacías deben proporcionarse temporalmente de forma gratuita a los refugiados.

Nacionalizar todos los activos de las empresas rusas

Es muy llamativo que el gobierno aún está discutiendo “oficialmente” la necesidad de embargar los activos de algunas empresas y financieras rusas, como Sberbank. Al mismo tiempo, a los simples ciudadanos rusos y bielorrusos que vivían en Ucrania les fueron bloqueadas sus cuentas bancarias. Cuando muchas de estas personas han vivido en Ucrania durante largo tiempo, consideran a éste país su hogar, están completamente del lado de nuestra gente, en muchos casos se vieron obligados a abandonar su país debido a la persecución política y ayudan a la resistencia ucraniana. Mantener intactos los activos de las empresas rusas, significa mantener “la mano tendida” para negociar con el asesino del Kremlin. Pero al mismo tiempo golpea a los trabajadores, socava la resistencia y ayuda a Putin. ¡Esto debe terminar!

El pueblo trabajador debe tomar en sus propias manos la tarea de defender el país

Las medidas indicadas son las mínimas indispensables. De ellas depende la eficacia de la guerra popular y las perspectivas de liberación del país contra los invasores. Y por supuesto, van en contra de los intereses de los oligarcas y de las empresas extranjeras.

Desafortunadamente, hasta ahora el gobierno no ha tomado y no toma tales medidas. ¿Y acaso, es capaz de tomarlas? Se deben tocar los intereses de los oligarcas (que incluso, no viven en Ucrania) y a los intereses de las empresas extranjeras, para las cuales Ucrania es sólo un lugar para obtener grandes ganancias y nada más.

Al contrario, se está intentando combatir la escasez de combustible “según las leyes del mercado”, eliminando las restricciones de precios. Es decir, obligando a los trabajadores a pagar y dejando que las empresas ganen. Los fraudes y maniobras especulativas con la ayuda humanitaria -también «según las leyes del mercado»- han sido objeto de investigación y cargos penales para algunos casos individuales de gran resonancia. Pero no existe absolutamente ningún sistema riguroso de medidas para su erradicación sin piedad.

Se favorece oficialmente que el mercado de la vivienda siga funcionando según las leyes del mercado, que se vuelven inhumanas en condiciones de guerra. Mientras los trabajadores defienden con las armas la soberanía del país, a sus espaldas el parlamento votó y el gobierno ratificó la modificación del Código del Trabajo en interés de la burguesía. Cuando es más necesario que nunca el armamento generalizado del pueblo para resistir al enemigo, el estado lo impide en los hechos, agravando la escasez de armas modernas que provocan las potencias imperialistas. Porque, es evidente que esas potencias temen más a una victoria militar de las masas ucranianas que al chacal del Kremlin.

Los asesores del gobierno, hablan constantemente de la necesaria “normalización de la vida” en algunas regiones, mientras que otras están bajo ocupación, como si fueran dos Ucranias. ¡Ucrania es una sola! ¡Toda Ucrania está en guerra! Y el mercado, las leyes contra los trabajadores, la restricción del armamento popular, la división de Ucrania en «partes» «en guerra» y “pacíficas” ayudan a la invasión rusa.

De esta manera, los intereses de los oligarcas y las empresas extranjeras se colocan por encima de las necesidades de la defensa nacional, la socavan la retaguardia. ¡Y esto favorece al agresor genocida Putin! Lo decimos claramente: mientras dirijan la defensa, quienes sirven a los capitalistas, la heroica resistencia de los trabajadores y del pueblo llano estará aguijoneada por la injusticia social, minando la moral por doquier.

Es evidente que para lograr la soberanía nacional se debe confiar sólo en nuestras fuerzasLa clase obrera debe tomar en sus propias manos las tareas de defensa y la victoria sobre los ocupantes, organizarse independientemente y avanzar hacia el establecimiento de su propio gobierno de los trabajadores y el pueblo explotado.[/et_pb_text][/et_pb_column]
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