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Vamos por un 2015 de lucha contra el ajuste!

Llegó fin de año y todos hicimos un esfuerzo para ver a nuestros amigos, conocidos y familiares, para festejar al menos un rato que terminó un año duro y recuperar fuerzas para lo que se viene. A ningún trabajador se le escapa que va a ser un año difícil.

El mundo sigue sacudido por la crisis. Se desplomó el precio del barril de petróleo y junto con él los negocios petroleros. Estados Unidos, empezó a producir en su propio suelo con la técnica del “Fracking” (altamente contaminante, la misma que usa Chevron en la patagonia) y ayudó a saturar los mercados. Por otro lado, los commodities (productos como la soja, por ejemplo) ya no se venden en el mercado mundial como antes. Para la política del gobierno son malas noticias. Por un lado, porque la principal entrada de dinero que tiene hoy es principalmente por la venta de commodities en el mercado mundial. Por otro, porque si bien importamos petróleo, lo que se “ahorraría” el gobierno hoy, no alcanza para cubrir los pagos a los buitres de la deuda externa y a su vez es hambre para mañana, hace que nuestro petróleo valga mucho menos.

Por eso, la forma que tiene el gobierno de seguir pagando la deuda y mantener sus negocios, es mediante la inflación y los bajos salarios para los trabajadores.

Fin de año con bronca

En los barrios, la fábrica y las escuelas sabemos que la cosa está complicada. Continúan los despidos (sólo en 2014 sumaron 395.000 según el INDEC) y el aumentazo en los alimentos no tiene freno. El esperado “bono de fin de año” sólo llegó para algunos, pero la gran mayoría de los trabajadores se quedaron sin nada, tampoco lo cobraron los jubilados. En casi todas las provincias ya aumentó el colectivo entre un 25% y un 35%, los que viajamos todos los días ya conocemos la historia, el tren y el subte esperan también su turno. 

El gobierno, por su parte, acaba de cerrar un aumento de la mano del burócrata Baradel, que entre una cosa y otra es del 8,28% para los docentes. ¡Una verdadera cargada! teniendo en cuenta que lo que consiguen ellos suele ser referencia para los demás gremios. Mientras, en Chaco, un pibe se muere de desnutrición y tuberculosis y sin ninguna vergüenza, Capitanich, ex gobernador de esa provincia, culpabiliza a la comunidad Qom y se intenta lavar las manos.

Muchos se preguntan porque no estalla la bronca todavía. Mucho antes del brindis de fin de año, el gobierno de Cristina ya  venía atando cabos con alambre para mantener todo controlado, sin paros, saqueos ni grandes movilizaciones. Las “diferencias” entre Massa, Macri, De la Sota, UNEN, Scioli y el propio gobierno no tienen nada que ver con defender a los trabajadores ni dejar de ajustar, son sólo frases electorales. Están de acuerdo en algo: llegar a las elecciones en paz y mantener los negociados que cada uno tiene. Por eso apuran las elecciones en más de 9 provincias, no sea cosa que se les escape el ganado. Todos acuerdan en dejar pasar los despidos, que la inflación siga comiéndose los salarios y en seguir pagándoles a los buitres de la deuda. Y pretenden que mientras, los trabajadores que nos la banquemos.

Moyano, Micheli, Calo y Barrionuevo, sentados en los sillones de las CGT y CTA ya suspendieron el “parazo” de diciembre, tienen la obligación de defender a los trabajadores y tranzan con los patrones y el gobierno. Todos ponen su mano para mantener tapada la olla.

El gobierno le paga a los buitres

El gobierno salió a festejar que “venció la clausula RUFO”, que obligaba a volver a pagarles a los buitres de la deuda externa que ya habían cobrado. Lo que no dice es que ésa claúsula la puso Néstor Kirchner en el 2005, para favorecer a esos estafadores. No es casualidad, mientras el gobierno pega carteles contra los buitres, Kicilloff ya salió a ofrecer 6.500 millones de dólares más a esos piratas internacionales. Miles de millones que salen de nuestro bolsillo, mientras nuestros aumentos de salario no llegan a la inflación. ¿Cuántas escuelas, hospitales y puestos de trabajo se podrían conseguír con ese montón de plata?

Al igual que con Dilma en Brasil o Correa en Ecuador, como telón de fondo, el escándalo de corrupción lo tiñe todo. El acuerdo secreto con Chevrón que esconde los beneficios para la empresa y el saqueo a nuestro suelo, las empresas fantasmas y el verso de la revolución ferroviaria que sigue descarrilando son parte del paquete. Hoy el vicepresidente Boudou, que está procesado dos veces por corrupción, es la punta del iceberg del cual cuelga también Máximo Kirchner con el escándalo de lavado de dinero en HOTESUR y la propia cristina. En la fila vienen el resto de ladrones que se llaman a si mismos “funcionarios” y no dudan en duplicarse el sueldo siempre que pueden. Para algunos sigue la “fiesta loca” a costa del pueblo.

Los mega negociados, la entrega, la corrupción, la devaluación y los despidos son aires que los trabajadores ya conocemos de los 90. A todos ellos les gritamos clarito: “¡que se vayan todos!”. El gobierno lo sabe bien, Néstor asumió en 2003 con la misión de apagar el incendio. Por eso, también se preparan para evitar la “justicia popular”.

Milani y los cambios en la SIDE, el Kirchnerismo se defiende con los militares

Cristina, La Cámpora y todo el kirchnerismo, saben que si pierden poder están complicados. Por un lado, por la propia oposición con quien comparten los negociados. Nadie quiere quedar pegado a un barco que se hunde. Pero su verdadero temor es a la pasada de factura que viene por abajo. A que la movilización, las huelgas, los paros y piquetes sean los que le corten camino. Cristina ya vió a un presidente escapar como rata y no quiere hacer el mismo viaje del sillón de Rivadavia al helicóptero.

Fue ella quien propuso a Milani como Jefe del Ejército para asegurarse un aliado, con la ilusión de que su pasado pasara desapercibido. Pero la familia del soldado Ledo, desaparecido bajo el mando de Milani, pateó el tablero de la mano de organizaciones de derechos humanos y partidos de izquierda. Por eso y por su responsabilidad con los crímenes de la dictadura, Milani está hoy acusado y tiene un pedido de procesamiento en su contra. El gobierno ya respondió queriendo borrar al fiscal de la causa para que todo vuelva a “foja cero”. Milani tiene que ir preso, un genocida responsable de la muerte y desaparición de personas durante la dictadura no puede ocupar ningún cargo, ni andar suelto como si nada.

Cuando trascendió el Proyecto X de gendarmería, que investigaba trabajadores, padres de Cromagnon, delegados de fábrica y más de 1000 organizaciones. Cristina salió a defenderlo diciendo: “Quédense tranquilos, salvo que estén haciendo algo que no corresponda ahí sí, puede ser que estén en el Proyecto X”. Hoy vuelve a la carga poniendo a la SIDE (Servicio de Inteligencia del Estado) bajo su ala, nombró como jefe a uno de los suyos para seguir usándola para investigar y perseguir   trabajadores. Como consecuencia, Anibal Fernández ocupa el cargo de Secretario General de la Presidencia, el mismo que ocupó como hombre de confianza de Duhalde en el 2002.

Otro personaje siniestro que ocupó la tapa de los diarios éste año hoy se perfila como candidato a gobernador de Buenos Aires en la fórmula del propio gobierno. Hablamos de Berni, que dirigió la ofensiva represiva contra los piquetes y cortes de ruta de los trabajadores que reclamaron todo el año contra despidos y suspensiones. El mismo que fue punta de lanza de la idea de que “los que roban son extranjeros”. Entendible de alguien que defiende cual “perro guardián” a los verdaderos ladrones de guante blanco.

El gobierno deja cada vez más claro su rumbo. Asumió prometiendo justicia contra los militares y embanderado con los Derechos Humanos junto a las madres de Plaza de Mayo, y hoy vuelca a los servicios y esos mismos militares contra los trabajadores, pactando con todos los sectores patronales y con los propios buitres. El ajuste viene con represión.

No estamos “pintados”

Los trabajadores que movemos el país todos los días, no estamos de adorno. Las fuertes luchas que protagonizamos, defendiendo nuestros trabajos y enfrentando a los patrones e incluso a la represión, no son en vano. No podemos permitir que el gobierno maneje a los servicios y los militares a su antojo contra nosotros y nuestros derechos. Debemos exigir la apertura de todos los archivos de la dictadura y el desmantelamiento de la SIDE, que caiga quien caiga.

 El 2014 nos deja varias lecciones, pero la mas importante es que los trabajadores tenemos que unirnos y pelear juntos. La salida está en que si los docentes salen a luchar por el aumento de salario en marzo, los colectiveros, las obreras y obreros, los estudiantes, los petroleros y todos los trabajadores les demos una mano, los abracemos para pelear también nosotros por nuestras reivindicaciones. La salida está apoyando a cada trabajador que es despedido, y avanzando en unificar todas las peleas en una sola: enfrentar el ajuste con todo.

Ante ese panorama, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores tiene un desafío muy importante, una tarea ineludible. Tiene que poner todo el peso que le dieron los trabajadores con sus votos y su apoyo y hacerse bandera de las luchas, ponerse al servicio de unificarlas. Para eso, quienes encabezan el FIT, deben convocar a un encuentro unificado de todos los que estén por salir a pelear contra el ajuste y así presionar a las CGT Y CTA para que convoquen a un plan de lucha nacional, al paro contra el ajuste, contra el gobierno y las falsas oposiciones.

¡No a los despidos! ¡Aumento para todos los trabajadores contra la inflación y los tarifazos! ¡basta de trabajo precario y en negro!

¡No al pago de la deuda externa con el hambre del pueblo! ¡Ni un peso a los buitres! ¡Plata para trabajo, salud y educación!

¡No a la represión de los que luchan! ¡Fuera Milani! ¡Desmantelamiento de la SIDE ya!

¡Los trabajadores no estamos pintados! ¡Máxima unidad para luchar contra el ajuste! ¡Que el FIT se ponga a la cabeza de esa pelea! ¡que las CGT y CTA lancen ya un plan de lucha!